Más Allá.

-Capítulo 4.- Almas Oscuras y nuevas presencias.-

Yuta y yo estábamos jugando cuando el teléfono comenzó a sonar. Asu se levantó y fue a cogerlo. Escuché algo de la conversación pero no logré averiguar quien era la persona con la que estaba hablando.

- ¡¡¡Saito será mejor que te concentres más, te estoy machacando!!!- dijo Yuta mientras usaba uno de sus trucos con el mando.

- ¿Eh?¡Si! - puse mi atención en el juego y dejé de lado la llamada telefónica.- ¡O-Oye eso no se vale!

- Todo se vale si se trata de ganar... - dijo casi susurrando.

-¿También usas esa flilosofía en la vida real? - pregunté sin pensar.

- ... - vi como esbozaba una pequeña sonrisa- ¿Por qué dices eso?

Nuestros ojos se encontraron y un temor extraño se apodreó de mi haciendo que me tragara las palabras... No pude contestar. El dolor de cabeza aumentó notablemente, sus pupilas eras negras... profundas... Una persona normal no tiene esos ojos.Quizás no debería fiarme de él, quizá deba creer a Fukay al fin y al cabo mi situación ahora ha cambiado, aunqué aún no sé el motivo. Todo ha pasado muy deprisa.

- Por nada.- logré recuperarme y contesté con una vaga respuesta, poco después hice una mueca de dolor.

No podía aguantar más, parecía que mi cerebro iba a explotar,era como si una especie de presión me colapsara la cabeza. Por suerte Asu entró en el comedor y mi dolor se desvaneció un poco.

- Mamá no vendrá a casa.

- ¿Q-qué?- la miré impactado.

- Tiene que irse con papá a Okayama. No me ha dicho la razón por la que tenía que ir... Tendremos que estar solos unos días.

- Vaya... - agaché la cabeza fijando mis ojos al suelo.

Estoy preocupado. Con lo que vi aquel día en aquellas televisiones llegué a la conclusión de que nada me parece seguro. Por que en realidad...

"- Nada es seguro.-"

Oí la voz de alguien pero no la reconocí. ¿C-Como es posible?
Examiné mi alrededor un poco alarmado pero no vi nada fuera de lugar. Creo que estoy perdiendo el juicio.

Seguidamente me levanté y me fui de allí. Solo espero que Yuta no haga nada... malo.

Fukay estaba en donde nos vimos por ultima vez. Se encontraba solo en la escalera, se le veía pensativo y angustiado no obstante al dar un paso al frente se dio cuenta de que estaba ahí y cambió su expresión totalmente. Aún así me inquietó bastante...

Subimos a la habitación y me tiré sobre mi cama apretando la cara contra la almohada. No me ha gustado nada la sensación que he experimentado al estar con Yuta.

- ¿Que tal ha ido con ese demonio? - dijo Fukay con los brazos cruzados.

- Bueno... Si digo que ha ido bien, mentiría. - me aparté un poco la almohada de la cara para hablar.

- Te dije que eliminarlo era lo mejor.

- Lo sé, pero ese chico es importante para mi hermana... si desapareciera ella... ella no podría soportarlo. Y yo no sé que haría.

- Entiendo. Le aconsejo que vaya con cuidado con él. Creo que ha comenzado a sospechar.

- ¿Quieres decir que ya lo sabe?

- Es muy probable, al igual que tu le has sentido a él. Aunque no estoy seguro.

- No parecía sospechar... - cerré la boca al instante.

Fukay suspiró y se sentó en la cama conmigo.

- ¿Puedo hacerte una pregunta?

- ¿No acabas de hacerla...?

- Oh, vamos...

- De acuerdo. Dime que quieres saber. - sonrió cálidamente.

- ¿Que son los "Alma Oscura"? ¿También tienen un superior o un jefe como tu?

- Hmm... Los Almas Oscura son criaturas que se muestran de distintas formas. Entre ellos también pueden haber antiguos humanos que murieron y antes de morir hicieron un pacto con alguien...- cerró sus párpados un momento y prosiguió- Pero eso es difícil de asegurar. - giró la cabeza tenía una mirada perdida- Normalmente aparecen cuando una desgracia va a pasar. Y ellos son los causantes obviamente. Es raro que ese amigo tuyo no haya hecho nada aún, o puede que ya lo haya hecho y todavía no lo sepas... La mayoría son almas en pena que buscan el lamento de los humanos. Se alimentan de ello, y por supuesto les encanta la sangre que desprenden sus "presas" después de haberlas asesinado cruelmente. Solo se basan en una cosa. El Odio.... Y respondiendo a tu otra pregunta, si, si que tienen un superior, es el líder.

Me quedé en silencio intentando ordenar toda esa información en mi mente.

- Puesto que no dices nada, supongo que quieres saber más.

- ... - asentí.

- Bien pues, no quiero asustarte pero esto debes saberlo. Seguramente, ya hayas estado más de una vez en frente de algún Alma Oscura o rodeado de ellos ya que pueden ser personas normales, antes no los notabas, sin embargo ahora si los notarás. En el momento que eso pase tendrás que disimular, si detectan que los notas no dudarán matarte. Está claro que hay otros tipos de seres en este mundo que aún no conoces, y algunos no son malos. Pero lamentablemente los que más abundan por el momento son los seres oscuros ya que por ahora hay mucho de mis compañeros que se han pasado ha ese bando. Actualmente quedamos pocos Mamorigamis... Algunos también han desaparecido. - su voz cada vez se entristecía más.

- Lo siento Fukay... ¿Y sobre mi poder?

Al dia siguiente me levanté dispuesto a ir al instituto. Antes de irme miré el dinero que tenia sobre la mesa para comprar el almuerzo. Pero no lo cogí, ya paso de Hiroto.
Fukay insistió en acompañarme y se puso en su "Modo camuflaje", eso me dio una idea. Le até una cuerdecilla y me lo puse en la cartera como colgante.

Por el camino recordé todo lo que me explicó por la noche.

" Sobre tu poder... Es difícil concretar con certeza tu capacidad. Por lo que sé, puedes detectar demonios... y otros seres evidentemente...Y también puedas ver más cosas pero eso lo sabremos más adelante."

Al llegar al aula suspiré... Me senté en mi silla y empezó la clase.

- Chicos y chicas, hoy me gustaría presentaros a una alumna nueva que proviene de Kumamoto. Su nombre es Mayu Narake. Por favor sed respetuosos con ella.

La chica no dijo nada, tan solo saludó con una reverencia y se fue a sentar a donde el profesor le mandó. Estaba dos mesas delante mio. La chica se giró para coger el estuche de su cartera y me miró... se me pusieron los pelos de punta y inmediatamente baje la mirada. Mayu tenía una cara apagada y inexpresiva. Varios minutos después de empezar la clase el chico que se sentaba a mi lado comenzó a hablar con el de atrás.

- No entiendo por que ha venido tanta gente nueva de golpe. Ayer también vino alguien. Parece que se haya puesto todo el mundo de acuerdo para venir aquí. - dijo uno de ellos.

- Ya,... Pero piensa que el otro que ha venido es un profesor además está de sustitución no creo que tarde mucho en irse.

- Si es cierto. Ese profesor me da mal royo. Tiene toda la pinta de ser muy estricto...

Así que ha venido un profesor nuevo en mi ausencia. Lo cierto es que también me parece raro... No puedo evitar pensar que tiene algo que ver con... Bah, no creo. Habrá que conocer al profesor.

Continuará.